Croacia es uno de los destinos de verano favoritos de los europeos. ¿Por qué? Sus playas de aguas cristalinas en el mar Adriático, un gran número de ellas galardonadas con la Bandera Azul, y su cercanía a otros países como Eslovenia, Hungría, Serbia o Bosnia-Herzegovina, son solo parte de sus grandes atractivos. Como miembro de de la UE, la OTAN, la Organización Mundial del Comercio y de las Naciones Unidas, su papel en el continente no se limita a acoger a veranenantes durante las vacaciones.
Según los datos del «Termómetro Mundial del Turismo», Croacia es uno de los destinos turísticos con mayor reputación a nivel mundial. Dubrovnik, más conocida por ser una de las joyas del Mediterráneo, es el punto de encuentro de gran parte de la alta sociedad internacional. En la ciudad de Split, en Dalmacia, y en las islas de Krk, Brac y Hvar, se pueden encontrar algunas de sus playas más populares. Pula, Umag, Porec, Rovinj o Rabac, situadas en la región de Istria al norte del país, cuentan con una creciente popularidad gracias a su marcado estilo italiano. Pero no todo queda en la costa, el Lago Rojo cerca de Imotski, la Cueva Azul en la isla de Biševo o las cascadas del Parque Nacional Plitvice Lakes, escenario de las películas de Winnetou, son solo algunas de las maravillas que nos esperan en el interior del país.
Su situación geográfica la hace especialmente apetecible para viajar desde algunos países de Europa como Alemania, Austria o Suiza. Muchas empresas de micros, tanto nacionales como internacionales ofrecen pasajes económicos hasta las playas, ciudades y atracciones turísticas de todo el país. Algunas de ellas son Flixbus, Crnja Tours, EuroLines o Autotrans.
